Deberían crearse campos de trabajo forzado (o ser enviados a labores sociales como construcción de escuelas y hospitales) para que les sea brindado un salario digno en base a su trabajo y no simplemente estén viviendo de los impuestos de la gente a cambio de no hacer nada en todo el día, tal como sucede actualmente en las cárceles mexicanas. Además, teniendo en consideración experiencias como la de los chinos en la época de Mao Zedong, el enviarlos a trabajar 12 horas diarias (lo merecido para esos criminales) ayudaría a que desarrollaran el síndrome de abstinencia (hay que recordar que más del 95% de los presos mexicanos consumen drogas) y así podríamos reducir la drogadicción en las cárceles, y por ende, evitaríamos forma certera la posibilidad de algún amotinamiento que pudiese amenazar a la población civil en los centros de reclusión, ya que el trabajo forzado evitaría que estuvieran de ociosos (y así pudiesen correr el riesgo de caer en las drogas) y en cambio su mente estaría ocupada en labores benéficas tanto para el preso (porque ganaría un salario mínimo como cualquier trabajador) como para el ciudadano. En fin, es un problema de enfoque multidimensional, y acá hemos abarcado 3 aspectos: el tema laboral, psicológico y de salud.
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