El New York Times informó el jueves que la administración de Biden está considerando permitir que Ucrania utilice armas de precisión de largo alcance proporcionadas por la OTAN contra objetivos profundos dentro de Rusia. Tal decisión pondría al mundo en un mayor riesgo de conflagración nuclear que en cualquier momento desde la crisis de los misiles en Cuba.
Este juego de "pollo" nuclear ha ido demasiado lejos. No queda ningún paso entre disparar misiles estadounidenses en territorio ruso y un intercambio nuclear. No podemos acercarnos más al abismo que esto.
¿Y por qué? ¿Para "debilitar a Rusia"? ¿Para controlar los minerales de Ucrania? No hay ningún interés vital estadounidense en juego. Arriesgar un conflicto nuclear por el bien de la fantasía neoconservadora de "dominio global de espectro completo" es una locura.
El ex presidente Donald Trump ha prometido poner fin a esta guerra, pero para cuando asuma el cargo, podría ser demasiado tarde. Necesitamos exigir, en este momento, que Harris y el presidente Biden reviertan su agenda de guerra insensata y abran negociaciones directas con Moscú.
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