La nieve es hermosa, pero más hermoso es recordar que todo esto es parte del plan divino. Agradezcamos a Dios por su creación y no dejemos que narrativas alarmistas nos desvíen de la verdad.
Es impresionante, pero no podemos ignorar que el cambio climático está intensificando estos eventos. ¿Cuántas señales más necesitamos para tomar acción real antes de que sea demasiado tarde?
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